LA VIDA DE LUZ MARINA POR LAS CALLES DE CALARCA
“Las ventas ambulantes, una problemática que va ligada a la pobreza de nuestro país, como un desequilibrio socioeconómico y cultural.”
Los vendedores ambulantes como ciudadanos y pertenecedores del comportamiento de su ciudad, son personas que al igual que muchos empleados o los que ejercen su trabajo como independientes recurren a varios medios como el de sacar su carrito o mesa en las calles públicas y parques para poder ofrecer sus productos propiamente caseros; por lo tanto desde la alcaldía municipal de cada corregimiento, en este caso del Quindío-Armenia las autoridades pueden multar, sancionar y quitar sus pertenencias a aquellas personas que se ubican en los espacios públicos.
Luz marina Trejos Zuluaga es una mujer de 41 años de edad, ella tiene dos hijas una de 7 añitos y la mayor de 14, agregándole que ella responde por las dos niñas ya que es separada; es una mujer alta, robusta de tono de piel morena, de cabello rizado oscuro y de ojos más bien de color marrón. Luz marina vive en Calarcá en el barrio Margarita Ormenza, ubicado en el sur de Calarcá por Chambranas; hace aproximadamente 6 años se dedica a vender tintos por las calles de Calarcá y en el parque Bolívar. Su madre Magola Zuluaga falleció hace un año y de su padre no se sabe nada, ya que Magola nunca le comento nada bueno sobre él ni en donde lo podría ubicar.

El desempleo como punto principal de la mala economía en Colombia y como también uno de los factores más vistos y destacados ahora se puede ver que en los últimos años se ha ido incrementando esta problemática que cada vez más llena las calles del centro y avenidas principales de los municipios y ciudades, en este caso principalmente en Armenia como capital del Quindío. Se podría decir que la caída del café ha sido uno de los productos principales que comercializa el Quindío por lo que ha marcado la falla en la economía social Quindiana como también se puede decir que por la mala administración que este ha tenido y que no han sabido suplir esta decaída la mayor parte de las personas se dedican a vender frutas y verduras u objetos en los espacios públicos encontrando a estas entre estratos uno y cuatro como mayoría. Así que se ha dicho en la alcaldía de Armenia, la solución para no dejar avanzar este mal que pobla nuestra ciudad es desplazar a todas estas personas a plazas de mercado y aquí en la capital a la “Central Minorista” de Armenia como si fuera la mejor solución de esta desde su raíz.
La sociedad como base para el desarrollo del departamento es lo más fundamental e importante que hace que este crezca o decaiga; aquí podemos apreciar que las ventas ambulantes son producto de la mala jerarquización y liderazgo que este departamento ha tenido agregando también los insultos y humillaciones con el bolillo, la extracción de la mercancía y de la represión que tenían estas personas para ganarse el día. Según la falta de cultura y respeto (Einstein) dice: “Los grandes espíritus siempre han tenido que luchar contra la oposición feroz de mentes mediocres”. Aun así y sin importar nada la multa de estas personas consta de quitarles absolutamente todo junto con la mercancía, resulta que para los vendedores poder recuperar lo que se les han robado tienen que hacer lo siguiente: Para sus carretas les cobran un 40 % del valor de la misma, pero los productos perecederos (comida) en el momento en que se les quitan, la alcaldía lo regala a fundaciones de niños o ancianos vulnerables sin ningún consentimiento.
Retomando de nuevo el tema, en el año 2000 más exactamente a finales de febrero Luz Marina conoció a Roso Alberto quien con él conformó una relación sentimental, por lo que la llevo a irse de la casa e irse a vivir con Roso en El Lincon de Calarcá. Poco después de vivir juntos luz marina queda en embarazo a mediados de Abril y al darse cuenta él la deja y aun así a pesar del maltrato tanto físico y psicológico que este le dio el la busca y ella vuelve un mes antes de tener a su primera hija, y así no paso mucho tiempo después para que la dejara de nuevo en embarazo, ni tampoco fue la excusa para que no la dejara de maltratar, abusando de ella y humillándola cada vez que llegaba borracho y hasta oliendo a prostituta era lo que este hombre hacía.
Por eso Marina decidió escaparse con sus dos hijas y con la idea de salir adelante aunque lo que le esperaba no era muy bueno porque no tuvo más opción de regresar con su madre quien también la maltrataba desde pequeña. De aquí y con su hija en brazos además de esperar a la segunda se hospedo en la casa de su madre Magola en la que no desaprovecho también en varias ocasiones en abusar de ella física y psicológicamente como también en explotarla económicamente para que la sostuviera a ella con el derecho que tenía por cagar, dormir y comer bajo el techo de su casa como “arrimada”, esto era una de los varios insultos que recibía Marina en el transcurso de su estadía con sus hijas y con su madre; pues bien Magola lo que hacía bien en su ausencia era cuidar a la niña cuando Marina se iba a trabajar en ese entonces y esperando bebe.
En la esquina de la estación de los Willis a Marina le dieron trabajo en un pequeño puesto de verduras que también ocupaba el espacio público y por lo tanto era uno de los duros de las ventas ambulantes y quien al parecer tenía varios puestos alrededor de la galería; Luz Marina trabajaba tiempo completo desde las 7:00 am hasta las 6:30 pm sumándole el tiempo que se demora en entregar y guardar la carreta con las verduras y frutas a el señor Rengifo (dueño del puesto de trabajo). En enero del 2001 luz marina dio a luz a su segunda niña Lucia; lo que llevo a Luz Marina a quedar desempleada y sin trabajo con la niña recién nacida, a partir de ahí fue donde le toco vivir más duro porque llegaron más gastos con la llegada de Lucia. Su madre ya había trabajado alguna vez vendiendo tintos en la galería así que por esto le toco que volver a rebuscarse la comida para ella, para su hija y sus dos nietas; a pesar de sus problemas y peleas e insultos “ mi madrecita me ayudo bastante”, expresión que manifestó Luz marina casi llorando cuando se refería a su madre que en paz descanse.
Ya era marzo y Luz Marina no conseguía trabajo, entre tanto con la desesperación de no poderle conseguir la leche a Lucia que era necesaria en esos días y sin importar que la energía se la habían cortado por falta de pago; “fueron unos días muy duros para mí y más al ver a mis hijas sin que darles de comer” afirmó ella; sin embargo Marina siguió buscando y no le quedó otra opción más que aceptar una oportunidad de trabajo que le propuso Edgar Barón (nombre no real al personaje verdadero), en el que le ofrecía un trabajo de mesera en un bar por la avenida colón; le tocaba duro pues llegaba a su casa cansada y tarde, pero esto no fue una excusa para que ella no adelantara el almuerzo del otro día como lo era hervir el agua de panela. No duro tampoco mucho tiempo allí dando su renuncia pues la propuesta que le sugería este señor era que se prostituyera por un sueldo más aparte del mal pago que le daba y que se ganaba por soportar burlas morbosas y humillaciones.
Luz Marina queda de nuevo desempleada al finalizar el mes de Agosto y sin nada que hacer y con lo duro que le había tocado vivir de alguna manera que no recuerda muy bien empieza a vender tintos un jueves en la madrugada con el apoyo de una compañera que había conocido en una de tantas veces que a Luz Marina le había tocado trasnochar y pues en la mañana Claudia casi siempre le vendía un tinto para el cansancio que tenía, bien cargado. Desde ese día hasta ahora Luz Marina no ha dejado de vender tinto todas las mañanas levantándose a las 5:00 de la mañana para poner a hervir el agua y alistarse; desde El Margarita Ormenza se va caminando vendiendo por ahí de paso hasta llegar al centro del municipio en toda la plaza de Bolívar, su día no es muy cómodo ya que tiene q subir hasta el parque y volver a bajar a medio día a darles el almuerzo a sus dos hijas hacer más tinto para la tarde y volver a subir quedándose por las calles hasta las 6:30 pm o 7:00 pm que va bajando a descansar a su casa o más bien a arreglar un poco y ayudarle a sus hijas con algunas tareas, ya que Luz Marina no terminó sus estudios por no a ver en ese entonces con su madre los recursos suficientes para cubrirle su Bachillerato.
Lo que se puede decir es que la vida de un vendedor ambulante no es tan fácil, aquí se puede decir que el solo salir de su casa y caminar por las calles, pasar por barrios no tan sanos, con el peligro de ser robados o por la sencilla razón de vender en las calles y que las autoridades puedan despojarles de sus cosas para poder sostenerse es y seguirá siendo un trabajo no garantizado para las personas que lo ejercen, en este caso el de Luz Marina quien le ha tocado vivir momentos de crisis como en Junio del 2005 quien un policía le arrebato sus cosas y se las daño casi por completo por a verse estacionado casi en la esquina de un CAI; esto y muchas protestas el despojo de varios compañeros, de ver cómo le arrebataban sus cosas que sacaban para el servicio de la ciudad y sus antojos era solo por ocupar un espacio público.
Aun así Luz Marina sigue en pie sin tener que recurrir a cosas no deseadas como lo sería la prostitución que es uno de los medios más recurridos en muchos de los casos por la necesidad de sacar adelante a sus hijos o sostenerse económicamente en la sociedad. (Un millón de personas en Bogotá de acuerdo al artículo "¿HAY ESPACIO PARA LAS VENTAS AMBULANTES?" de Astrid Elena Villegas publicado en Actualidad Colombiana Nº 364 Julio 30 a Agosto 13 de 2003) : En Colombia el desplazamiento forzado generado por todos los actores armados hace que lleguen más personas a las ciudades y prácticamente en su totalidad ni los recién llegados ni los vendedores informales que hay han tenido una educación que les permita acceder a los empleos formales de las ciudades, también muchos (en todos los sectores sociales) prefieren lo conocido que aprender (no estoy exento de ese problema). Así que la informalidad de la calle es solución para muchas personas en Bogotá y otras ciudades De esta forma se puede observar que la existencia de esta supuesta problemática no salió así porque si de la nada, es un conflicto interno que va más allá de las cosas superficiales de la sociedad y la formación en Colombia.

Según la gráfica numero 1 (ver tabla #1) se puede observar que el 24% de las mujeres dedicadas a las ventas ambulantes provienen de otros Departamentos del país y el 12% de otros Municipios del Departamento, al igual que el 34% y 14% de los hombres respectivamente. El 82% de las mujeres ocupadas informalmente se encuentran en el rango de edad entre los 25 -54 años y el 62% de los hombres. El 55% tiene nivel de formación en básica primaria, el 24% posee básica secundaria, el 11% alcanzo la media, el 9% no cuenta con formación alguna y el 1% a nivel técnico. En lo que respecta a los hombres el 50% cuenta con el nivel básica primaria, el 23% con básica secundaria, el 12% posee educación media, el 10% no tiene formación, el 3% cuenta con formación superior y el 2% posee el nivel técnico (ver gráfico 2.) El 55% de los hogares de las mujeres que trabajan en ventas ambulantes o estacionarias en el Municipio está conformado por 4 o más personas, para el caso de los hombres es el 57%. El 77% de las mujeres dedicadas a la realización de actividades informales en el ente territorial habitan en vivienda arrendada y el 17% en propia, en el caso de los hombres es del 65% y 20% respectivamente.

El 76% de los hombres y el 74% de las mujeres que se dedican a las ventas ambulantes y estacionarias en el Municipio están vinculados a salud bajo el régimen subsidiado, el 21% de las mujeres se halla en el régimen contributivo al igual que el 15% de los hombres, el 5% de las personas del género femenino y el 9% del masculino no cuentan con vinculación. El 67% de los vendedores ambulantes y estacionarios respectivamente tienen cuatro o más personas que conforman el hogar. El 92% de los vendedores ambulantes y estacionarios trabajan más de ocho (8) horas durante toda la semana. El 72% de los vendedores ambulantes y estacionarios llevan más de cinco (5) años desarrollando la actividad. El 41% de los vendedores ambulantes y estacionarios devenga menos de un salario mínimo y el 50% obtiene ingresos equivalentes a un salario mínimo legal vigente. (Ver grafico 3).

Esto demuestra que las cifras en cuestión a las ventas ambulantes hablando globalmente de ellas están arraigadas fuertemente hoy en día a nuestro país y a nuestra región, como un aviso a que este se va aumentando hoy por hoy y que la controversia que existe sobre la violación del espacio público, también genera la violación de los derechos fundamentales de cada persona con el derecho de salir adelante con su familia, como lo ha sido con Luz Marina, quien es una mujer que día a día lucha por el bienestar de sus dos hijas.
Por lo pronto y al igual que muchos Luz Marina no puede dejar este humilde trabajo, el cual se ha dedicado por más de 5 años y en el que le ha brindado lo necesario para poder subsistir y sacar a sus dos niñas adelante con sus estudios en la escuela. Se puede decir que de esto sobresalen las personas que luchan por salir adelante en este país que está lleno de corrupción y que pasan por encima de varios derechos fundamentales; e de aquí una cuestión que se desarrolla por las acciones que ha logrado esto ¿Por qué no dejar más bien que quienes requieren ayuda trabajen honradamente de manera informal en lo que pueden y que así sostengan a sus familias como han venido haciendo?; esto sigue en pie desde que se ha visto marcado actualmente como uno de los puntos principales por hacer en nuestra región.
No sé cuántos ciudadanos están francamente preocupadas por la "recuperación del espacio público," Personalmente no me parece prioritario al ver la cotidiana y masiva vulneración de derechos fundamentales. Con tantos compradores que prefieren locales comerciales formales, y con tanta necesidad de quienes acuden a la informalidad, no vale la pena obligar a estos vendedores ambulantes al desempleo sin opción en las ciudades o pedirles que retomen campos plagados de paramilitares, guerrilleros y fuerzas armadas estatales, si fuera el caso; pero si puedo decir que esto es algo que nos involucra a todos como ciudadanos y participes del desarrollo y progreso de nuestra ciudad, al igual que Luz Marina una mujer con llena de mucha fortaleza, y que se gana un lugar en la vida y en la comunidad como una mujer honrada, amorosa y buena mamá que solo quiere un buen futuro para sus hijas como profesionales en busca de una Colombia mejor y de la justicia e igualdad como de apoyo para todos.
BIBLIOGRAFÍA
Orozco Borja Henry, Sánchez Vanesa, Barreto Idaly (2008). Actitudes del vendedor ambulante de la localidad de Chapinero frente a sus condiciones laborales y políticas. En Revista Diversitas- Perspectivas en Psicología Vol. 4, N°2.
Carrasco URBINA M. Ximena (1913). Vendedores ambulantes comerciantes de puestos mendigos y otros tipos populares de Valparaíso en el siglo XIX. En Revista Valparaiso, año XI N°555.24 de Abril de 1913.
Villegas Elena Astrid (julio 30 a agosto 13 de 2003). ¿HAY ESPACIO PARA LAS VENTAS AMBULANTES?. Artículo en la actualidad Colombiana N°364.
(http://www.unilibrepereira.edu.co/portal/archivos/pdf/estadisticasinformalidad.pdf).